Es una variedad de tomate tradicional de la huerta Navarra que ha estado a punto de desaparecer. Su forma es especial y muy característica, de forma muy irregular, a veces asurcado, de color rosado con algunas vetas verdes. En su interior se encuentra la pulpa con una coloración rosácea, de textura cremosa, mantecosa y muy jugosa, carnoso y con semillas pequeñas. Los tomates presentan en su composición una serie de elementos que resultan muy adecuados para desintoxicar el organismo y proteger la salud cardiovascular. El primero de ellos se denomina licopeno, un componente al cual deben su coloración roja, con beneficios similares a los betacarotenos de las zanahorias, que tiene propiedades anticancerígenas. El licopeno parece reducir las probabilidades de cáncer de próstata, pulmón, estómago, vejiga, mama y cuello del útero. También se ha demostrado que de este flavonoide para estimula la formación de tejido óseo, muy adecuado cuando hay riesgo de osteoporosis, como en la menopausia, y en la vejez para prevenir fracturas de huesos. El glutatión es otro componente con propiedades antioxidantes demostradas, que ayuda a eliminar los radicales libres, responsables de la aparición de muchas enfermedades. Estudios recientes muestran que el tomate y la salsa de tomate tomados habitualmente en la dieta pueden tener un papel protector frente al cáncer de próstata. El tomate es muy rico en potasio, un mineral que interviene en la regulación de los líquidos corporales así como en el buen estado de los nervios, el corazón y de los músculos. Junto con el calcio, muy abundante también en el tomate interviene en el equilibrio del potasio y del sodio. Además de la riqueza en estos dos minerales, su contenido en gamma aminoácidos bútiricos (GABA) los hace especialmente adecuados en la dieta para la hipertensión.
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