La soja texturizada se obtiene una vez eliminada la grasa y la piel de la soja, y sometiéndola a una serie de procesos, como alta temperatura, presión, texturización y deshidratación, hasta dar como resultado un producto parecido a migas o trozos de pan. No contiene ningún aditivo químico, ni colorante, es cien por cien natural y permite una gran versatilidad a la hora de cocinarla.
La soja texturizada fina es un alimento ideal para deportistas, vegetarianos o con una dieta pobre proteínas, ya que su contenido en proteína es del 53%, el doble que la carne. Además contiene fibra vegetal, minerales tales como Potasio, Fósforo, Hierro y Magnesio, vitaminas del grupo B y vitaminas A y E. Es muy recomendable para los deportistas y favorece asimismo a la reducción de los niveles de colesterol malo en sangre. La soja texturizada puede imitar fácilmente a la carne debido a su consistencia.
La soja texturizada fina al ser rica en fibra y proteínas y no contener apenas grasas y también muy pocos carbohidratos es un alimento recomendado para diabéticos y para adelgazar.
Como no tiene apenas sabor admite muy bien cualquier condimento y receta.